Pasaban las horas,
en una noche de embriaguez
con par de botellas como cigarros,
no se conciliaban acuerdos,
entre una ingeniante mente,
y un soñante interior,
pues cada uno tenía su forma de coexistencia,
entre amoríos frágiles y realidades difíciles,
fue así que el cerebro entre estragos preguntó:
- ¿y vas a intentarlo nuevamente?,
el corazón ebrio y ya sentimental responde:
- ¡tú calla y sigue escribiendo más historias,
que de ellas vivimos penumbras y recuerdos,
que solo entre copas y anocheceres,
la felicidad envuelve nuestros vacíos!,
las tragos iban y venían
anécdotas hasta tempranas horas,
pues los dos ya enmudecidos,
andaban por el mismo sueño,
así fue...
ManJo593
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