Esperaba la hora del sueño,
a mucho que pensar en silencio,
y viendo su resplandor entre nubosidades,
pensaba el plazo que faltaba,
no sabía si acortaba o alargaba el tiempo,
pues desesperaba ese caminar,
cada noche la imaginación volaba,
a sabiendas que contemplabamos la misma luna,
pero siempre en distintas camas,
no era reconfortante ese vacío,
con tanta entelequia que maquinar,
a cansancio dormí,
pues meditando a café y una sonrisa,
al siguiente día continuaba el lapso,
que otra vez debía andar.
a mucho que pensar en silencio,
y viendo su resplandor entre nubosidades,
pensaba el plazo que faltaba,
no sabía si acortaba o alargaba el tiempo,
pues desesperaba ese caminar,
cada noche la imaginación volaba,
a sabiendas que contemplabamos la misma luna,
pero siempre en distintas camas,
no era reconfortante ese vacío,
con tanta entelequia que maquinar,
a cansancio dormí,
pues meditando a café y una sonrisa,
al siguiente día continuaba el lapso,
que otra vez debía andar.
ManJo593
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