En tu desequilibrio,
escribía bajo su piel,
y entre sonrisas como lágrimas,
narraba su historia indeleble,
plumas en papiros lamentaban,
heridas que del alma recordaba,
pues indiferencias que rasgaban,
promesas vacías que contabas...
Lejos fue su llegada,
pero el camino jamás llegó.
ManJo593
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