Y como de costumbre,
allí voy,
con llave en mano,
la mirada derecha,
convicciones bien marcadas,
y una palabra cual promesa cierta,
que puede abrir puertas inasequibles,
como cerrarlas para el olvido...
Allá estoy,
junto a un extraordinario amigo,
que se convirtió en otro guerrero,
de esas mil y un batallas,
donde el vacío se transformó,
en nuestra larga guerra.
ManJo593
No hay comentarios:
Publicar un comentario